domingo, 8 de septiembre de 2013

SIRIA: ALEPO / 5


Museo Nacional Arqueológico de Alepo

En una de las márgenes del río Orontes se encuentra, en un pequeño edificio, el Museo Nacional Arqueológico. Desde fuera no se puede percibir la grandeza de su contenido.


Rodeado de un gran jardín donde se exponen algunas piezas encontradas en las excavaciones se accede al interior por una puerta que es reproducción de la entrada al Templo de Tell Halaf. Se trata de un conjunto escultórico tallado en roca basáltica y compuesto por dos leones y un toro. Encima de los animales tres colosales estatuas hieráticas (dos masculinas y una femenina) representan a los dioses mesopotámicos. A los lados dos bajorrelieves de esfinges adornaban los laterales del Templo.





A la entrada un gran mapa da la bienvenida al visitante. En él se detalla cada una de las misiones arqueológicas que han tenido y tienen excavaciones en Siria.

En la planta baja del edificio (el museo consta de dos plantas) se encuentran las piezas de las épocas prehistórica y protohistórica procedentes de Tell Halula, Tell Halaf, Ciudad Mari (ciudad estado a orillas del Éufrates), Ebla, Ain Dara y Ugarit. Es precisamente en Ciudad Mari donde se encontró el esqueleto de un niño Neandertal y que se expone en una urna de cristal en perfecto estado de conservación. 

Avanzando se  entra en la sala donde se encuentran las estatuas de Lasgan y de Echtub Elemo encontradas en Ciudad Mari. Talladas en roca basáltica tienen características únicas: una es la posición imposible de sus manos cruzadas delante del pecho y otra sus ojos (uno mirando al cielo y el otro a la tierra). 

Otra de las figuras que sorprende es la del imponente León de Bronce del Templo de Dagan. 

La sección dedicada a Ugarit conserva las tablillas encontradas y que están consideradas como el primer alfabeto de la lengua ugarítica. Ugarit era una población dedicada a la agricultura por lo que no es de extrañar que se hayan encontrado útiles como una hacha de bronce con hilos de oro incrustados, una copa de oro con escenas de animales, vasijas y jarras talladas, etc.

Tras esta sala se encuentra la dedicada a los asirios en la que podemos ver dos gigantescas estatuas de dioses oferentes, una enorme estela de Assarhaddon, un curioso fresco de dos príncipes, así como numerosos relieves. Hay un apartado destinado a las piezas de marfil tallado que se utilizaban para decorar muebles, camas, sillas, etc.

En la sección dedicada a los hititas podemos admirar las piezas encontradas en el yacimiento de Ain Dara (siglo X antes de Cristo) destacando por su mirada y sus poses las figuras de dioses que cubrían las paredes de la sala interior del palacio.

Se expone también la estatua de un toro salvaje en oro hallada en el Palacio real de Ebla (Tell Mardikh).


La planta superior está dedicada al mundo clásico y al Islam antiguo. Se pueden ver objetos de la época romana, interesantes mosaicos, etc.

La parte destinada al Islam está muy cuidada y también se pueden observar cosas muy interesantes.

En uno de los patios (tiene dos el museo) al aire libre, rodeados de plantas se pueden ver columnas y restos arqueológicos de la época romana, pero lo que más llama la atención es un inmenso mosaico romano (reconstruido), una tumba colectiva y gigantescas estelas del dios hitita Hadad.







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