Los Zocos
سوق
Gracias a su ubicación, en medio de las rutas
comerciales de las caravanas y en especial a la famosa ruta de la seda que
venía desde China, Alepo tenía los mayores y mejores zocos de Oriente.Sus bazares cubiertos estaban preparados para recibir las mercancías de Oriente y Occidente, siendo el corazón económico de la ciudad, donde se encontraban los Caravasares, los almacenes comerciales, las fuentes de agua, las mezquitas y todo lo necesario para el visitante.
Cada bazar se especializaba en una mercancía
específica. Todos ellos alrededor del Gran Bazar principal que se extendía
desde la puerta de Antioquia hasta la fortaleza.
El más grande de todos era el de Yumbro K que data
del siglo XVI, al que le seguía el caravasar Al-Wazir del siglo XVII.
En el suk del Manadil (bazar de los pañuelos)
encontrábamos el ejemplo más antiguo de servicios de lavabos públicos del siglo
XII (posteriormente restaurados en el siglo XIV).
Me cuesta tanto hablar en pasado.
Pensar que esos zocos han sido
bombardeados, quemados, destruidos.
Surgidos al pie de la Ciudadela desde la época
mameluca en la que se destinaron diferentes bazares a la soldadesca. Con el
paso del tiempo se convirtió en un recinto con puertas que se cerraba durante
la noche. Con sus calles orientadas de Este a Oeste y de Norte a Sur, eran de
una arquitectura sobria y homogénea con estrechas calles abovedadas con la
única iluminación que proporcionaban los tragaluces del techo y las bonitas
lámparas orientales.
Pasear por ellos era un verdadero placer para los
sentidos. A diferencia de otros zocos de Oriente, los comerciantes aguardaban
sentados a las puertas de sus tiendas, sin agobiar a los visitantes. Eso sí,
una vez traspasadas las puertas de su comercio era difícil salir con las manos
vacías. Recuerdo, en el bazar de los pañuelos (la seda que se vendía en Alepo
tenía fama de ser la mejor) donde entramos en la tienda de un armenio. Tras una
hora de charla, tres tazas de té y media hora más de regateo salí con media
docena de pañuelos de seda, incluido uno que me dijo había bordado su propia
madre.
En el zoco de las joyas se podía adquirir a muy
buen precio oro y plata. A la entrada de las tiendas, en un cartel, se
anunciaba a cuánto estaba ese día el gramo (allí las joyas se compran al peso).
Pero si había algo que llamaba la atención no eran las joyas (de diseño
oriental muy trabajado y bonito) no, era precisamente las pocas medidas de
seguridad que tenían. Eran pequeñas tiendas y talleres donde los cristales y
puertas no estaban blindados. Este detalle era significativo pues al no haber
robos, como nos dijo uno de los artesanos, éstos no tomaban precauciones.
Según nos acercábamos a la puerta de Antioquia las
callejuelas del bazar se iban estrechando. Jabones de aceite de oliva y laurel,
especias, caramelos… Todo bajo la luz tamizada de las claraboyas abiertas en el
techo. Antes de abandonar el bazar en un recodo nos encontramos, de repente,
con la gran mezquita Omawi.
La gran mezquita
Omawi
الجامع الكبير
El proyecto de construcción de esta mezquita lo
inició Walid I, el mismo califa que construyó la gran mezquita Omeya de
Damasco, aunque fue terminada por su sucesor y hermano el califa Solimán (año
715).
Fue destruida en 1169 y reconstruida por el sultán
Nour Eddin Zenki en el siglo XII según el diseño original.
Lo primero que llamaba la atención era su minarete
de la época seléucida (siglo XI) según unas escrituras grabadas en el mismo.
En el patio central de la mezquita está el lugar
dedicado a las abluciones y la tarima de madera decorada. A su alrededor los
pasillos bordeados de columnas.
Dentro del oratorio, dividido en tres secciones por
dos filas de columnas coronadas de arcos de media punta y cuya base es cuadrada
se encuentra el nicho principal o mihrab. A la izquierda está el santuario de
Zacarías (padre de Juan el Bautista) muy venerado por los musulmanes de todo el
mundo.
Desgraciadamente, el conflicto que
asola Siria ha hecho que su minarete haya quedado destruido.
Al lado occidental se la mezquita se encuentra la Madrassa Al-Hallawiya.
Escuela coránica levantada por el mperador Nour Eddin Zenki sobre los restos de
la iglesia binzantina de Santa Elena.
Enfrente, por el lado oriental de la mezquita se
encontraba el Suq As-Sagha (zoco del oro) y el Jan As-Sabun (el caravasar del
jabón).
Los Caravasares
Si hablamos de los zocos no podemos olvidarnos de
mencionar los Caravasares.
La palabra caravasar deriva del turco
kervansaray (Caravansarai), y esta del persa karavan (كاروان 'viajeros')
y sara (سرا 'hostal, refugio, palacio).
Un caravasar
estaba diseñado para albergar y dar reposo y alimento a los viajeros y a sus
animales después de una travesía. Fueron piezas claves en el desarrollo de las
rutas de comercio.
El más grande
es el del Yumbro Khan, aunque el más bello y conocido sea el caravasar Khan Al-Wazir. Caravasar del Visir.
La bonita decoración hace que sea uno de los
caravasares más hermosos de Alepo, aunque sea el segundo en tamaño. Fue
construido en el siglo XVII.
Se trata de un
edificio rectangular de dos plantas con un portal tallado en piedra basáltica y
en mármol blanco con dibujos geométricos. La entrada está franqueada por una
gran puerta de madera, que solo se abría a los animales. En la misma hay otra
puerta más pequeña destinada a los hombres. Entramos por ella. El vestíbulo
(muy decorado) nos lleva hasta el patio rectangular abierto, donde encontramos
en el centro una fuente. Alrededor vemos los establos, los baños, un pequeño
oratorio y los almacenes para las mercancías (planta baja). En la planta alta
se encuentran las habitaciones para los comerciantes y sus sirvientes.
El visitante, aislado del ruido exterior por los fuertes muros
del caravasar, pasea con tranquilidad, aspira el aroma que cientos de años han
impregnado sus paredes, siente como un murmullo las conversaciones de mercado
que tuvieron lugar, el balar de los camellos…
Madrasa (مَدْرَسَة)
Es la típica
escuela coránica.
En Alepo
podemos encontrar un buen número de ellas siendo las más antiguas la de
Al-Halawiyah Madrasa construida por Nural al-Din en 1149. Al-Muqadamiyah
Madrasa (1123). Al-Shadbakhitiyah Madrasa (1193). Al-Sultaniyah Madraza
(1223-1225) donde se encuentra la tumba de Malik al-Zaher, hijo de Saladino.
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