miércoles, 11 de febrero de 2015

SAN VALENTÍN. ENTRE LA LEYENDA Y LA TRADICIÓN




La Leyenda
La historia del día de San Valentín comienza en el siglo tercero con un tirano emperador romano y un humilde mártir cristiano. El emperador era Claudio III. El cristiano era Valentino. Claudio había ordenado a todos los cristianos adorar a doce dioses, y había declarado que asociarse con cristianos era un crimen castigado con la pena de muerte.
Valentino se había dedicado a los ideales de Cristo y ni siquiera las amenazas de muerte le detenían de practicar sus creencias. Valentino fue arrestado y enviado a prisión. Durante las últimas semanas de su vida, algo impresionante sucedió. El carcelero, habiendo visto que Valentino era un hombre de letras, pidió permiso para traer a su hija, Julia, a recibir lecciones de Valentino. Julia, quien había sido ciega desde su nacimiento, era una joven preciosa y de mente ágil. Valentino le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios. Ella vio el mundo a través de los ojos de Valentino, confió en su sabiduría y encontró apoyo en su tranquila fortaleza.
"¿Valentino, es verdad que Dios escucha nuestras oraciones?" Julia le preguntó un día. "Si, mi niña. El escucha todas y cada una de nuestra oraciones," le respondió Valentino. "¿Sabes lo que le pido a Dios cada noche y cada mañana? Yo rezo porque pueda ver. Tengo grandes deseos de ver todo lo que me has contado!" Valentino le contestó, "Dios siempre hace lo mejor para nosotros, si creemos en El." "Oh, Valentino, yo si creo en Dios", dijo Julia con mucha intensidad. "Yo creo." Ella se arrodilló y apretó la mano de Valentino. Se sentaron juntos, cada uno en oración. De pronto, una luz brillante iluminó la celda de la prisión. Radiante, Julia exclamó, "Valentino, puedo ver, puedo ver!" "Gloria a Dios!" exclamó Valentino.
En la víspera de su muerte, Valentino le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "De Tu Valentino". Valentino fue ejecutado el día siguiente, el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentino para honrar su memoria. En el 496, el Papa Gelasio I nombró a ese día como el de San Valentín. Fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Praxedes en Roma. Cuenta la leyenda que Julia plantó un Almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.
Otra historia relata que San Valentín fue sacrificado porque se dedicó a casar parejas aun cuando el emperador lo había prohibido. Al parecer, el dirigente romano tenía la creencia de que los soldados casados no eran tan buenos y eficientes como los solteros.




El origen de las tarjetas
Antes de que la Iglesia Cristiana estableciese la fiesta del Día de San Valentín, los romanos celebraban un festival a mediados de Febrero era el festival de Lupercio.
En ese día los jóvenes romanos sacaban nombres de muchachas de una lotería. Las mujeres que eran seleccionadas servían ese año de compañeras a los hombres que las habían escogido, hasta que se celebraba la próxima lotería.
Después que el Cristianismo se apoderó de Roma, la Iglesia Cristiana intentó reemplazar esta fiesta por algo de más gusto. Cambió la manera de escoger los nombres, y a partir de entonces tanto los hombres como las mujeres podían escogerlos. Seguramente los jóvenes romanos se sintieron un tanto decepcionados al encontrarse en su tarjeta el nombre de algún santo o santa cristiana en vez de la maravillosa compañera que habían anhelado hallar. En lugar de conseguir una compañera por medio de la lotería, lo que les tocaba en suerte era una santa a la que tenían que servir de ejemplo por toda un año.
Los romanos se disgustaron. Echaban de menos a sus compañeras cada mes de Febrero, pero a algunos de muchachos romanos se les ocurrió una idea. En lugar de esperar que la mujer que admiraban apareciese en su tarjeta, se dedicaron a mandar tarjetas con sus nombres a aquellas mujeres, esta tradición se conserva hasta hoy en día.
Y también se cuenta que Valentín hizo gran amistad con muchos niños y cuando los romanos lo apresaron, porque rehusó a adorar a sus dioses, los niños extrañaban a Valentín y le tiraban pequeñas notas a través de las rejas de su ventana, lo que también puede explicar porque las personas intercambian mensajes en este día. 


¿Cómo se celebra San Valentín en el mundo?
El Día de San Valentín se festeja alrededor del mundo de múltiples y variadas formas. En Estados Unidos y Canadá, los niños intercambian tarjetas de felicitación, conocidas como “valentines”, con sus amigos.
En algunas escuelas se realizan fiestas y colocan todos los “valentines” en una caja previamente decorada para la ocasión. Al final del día, la maestra o uno de los estudiantes distribuyen las tarjetas.
Los estudiantes de más edad celebran bailes y fiestas de San Valentín. Preparan canastas de dulces, regalos y tarjetitas de mesa decoradas con corazones y cupidos. Mucha gente envía flores, dulces, u otros regalos a sus esposas, esposos o enamorados. Muchas cajas de chocolate tienen forma de corazón y una cinta roja.
Por su parte, los niños ingleses cantan canciones especiales para la ocasión y reciben regalos, dulces, frutas o dinero. En algunas áreas de Inglaterra, la gente hornea panecillos especiales hechos de semillas de alcaravea, ciruelas, o pasas. La gente en Italia celebra un banquete de San Valentín.
En Gran Bretaña e Italia, algunas mujeres solteras se levantan antes del amanecer y se paran frente a la ventana esperando a que un hombre pase. Se cree que el primer hombre que vean, o alguien que se le parezca, se casará con ellas durante ese año. En Dinamarca, la gente le envía a sus amistades flores blancas prensadas llamadas gotas de nieve. Los hombres daneses envían cartas llamadas gaekkebrev, en cuyo remitente escriben una rima pero no firman con su nombre sino con puntos, uno por cada letra de su nombre. Si la mujer que la recibe adivina quien la envió, él la recompensa con un huevo de Pascua en esa fiesta. No se sabe a ciencia cierta el inicio de esta celebración. Algunos lo remontan a un antiguo festival romano llamado Lupercalia, en tanto que otros expertos conectan el evento con algunos santos de la iglesia primitiva.
Los romanos celebraban el festival de Lupercalia (en honor del dios Lupercus) o el día de la fertilidad el 15 de febrero para asegurar protección contra los lobos. Durante esta celebración, hombres jóvenes golpeaban a la gente con listones hechos de piel de animales. Las mujeres recibían los golpes porque pensaban que los latigazos las hacían más fértiles. Después que los romanos conquistaron a la Bretaña en el 43 a. de C., los británicos tomaron prestado muchos festivales romanos. Muchos escritores enlazaban a la Lupercalia con San Valentín porque era en la misma fecha y su conexión con la fertilidad.


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