lunes, 22 de septiembre de 2014

OTOÑO


Abandonada al lánguido embeleso
que alarga la otoñal melancolía,
tiembla la última rosa que por eso
es más hermosa cuanto más tardía.
 
LEOPOLDO LUGONES


El otoño es la estación del año que comienza con el equinoccio de otoño (entre el 20 y el 21 de marzo en el hemisferio sur y entre el 22 y el 23 de septiembre en el hemisferio norte) y que termina con el solsticio de invierno; alrededor del 21 de junio en el hemisferio sur y el 21 de diciembre en el hemisferio norte.
Esta estación tiene una duración promedio de 83 días cortos, 14 horas y 24 minutos, aunque se debe tener  en cuenta que con el calentamiento global ninguna estás épocas es exacta.
En éste período, las hojas verdes de los árboles se vuelven amarillentas y marrones, se secan y caen ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza. La temperatura comienza más fresca.
Las plantas sufren muchos cambios de temperaturas y humedad, estas son dos de las condiciones que más afectan los jardines.
Debido a los cambios radicales de temperaturas y humedad el trabajo en los huertos debe ser meticuloso y cuidadoso.
Tanto en el hemisferio norte como en el sur, el otoño es la estación de las cosechas de maíz y girasol.
Además de los cambios en las plantas, en otoño se debe pensar en consumir alimentos de alta concentración energética: semillas, leguminosas, aguacates, frutos secos y picantes como el ajo, jengibre, clavo, pimienta, para que nos ayuden a conservar el calor interno.
 
Su nombre proviene del dios egipcio ATUM que simboliza el sol que se oculta en la tierra.
 
En la tradición mesopotámica, otoño e invierno son épocas en las que la Tierra recupera su fuerza y su pureza en contraposición con primavera y verano, épocas de florecimiento y fertilidad. En sumeria, esta época (otoño e invierno) se usaba con el mismo fin religioso, recuperar la fuerza y mejorar internamente. Irkalla (tierra del no retorno) es el lugar al que van las impurezas, los malos hábitos, las memorias que se pierden y los muertos. La muerte es un estado de purificación y mejora que conduce a una nueva vida.
En ese contexto cuenta la mitología sumeria que Inanna decidió bajar al inframundo para enfrentarse a su hermana y deidad opuesta, Ereshkigal. En la lucha Inanna muere, tras lo cual ningún ser en la Tierra tenía deseo de aparearse: ni hombres ni animales. Ante esto, Enki crea a unas criaturas sin género que engañan a Ereshkigal consiguiendo que les entregue el cadáver de la diosa al que aplican el "agua de la vida". Así Inanna resucita, pero tiene que encontrar un sustituto que ocupe su lugar en el inframundo. Al volver a la Tierra encuentra que Dumuzi ha ocupado su puesto, por lo cual es a él a quien envía al inframundo.1
Como consecuencia Dumuzi reina durante el otoño y el invierno, mientras Inanna durante la primavera y el verano.

En la milenaria cultura persa el Mehregán o Mitrakanna es una de las fiestas más antiguas persas y se celebra en el principio de otoño y séptimo mes del año según el calendario iraní.

En el calendario religioso Zoroastro, Mehregan se celebra el día 16 del mes séptimo (Mehr) que coincide con el tiempo de la cosecha y el comienzo del la época fría. Aunque sus orígenes se remonta a la época pre-zoroástrico, el festival se convirtió en una gran fiesta en los tiempos posteriores.

Se menciona que el día de Mehr es el día que primer varón y hembra, Mashi y Mashiane fueron creados a partir de Gayo-maretan (un concepto similar al semita Adán y Eva). También se dice que Mehregan es el día que Dios dio luz al mundo que previamente había sido oscuro.



En la antigua China, los emperadores solían hacer ofrendas y sacrificios al sol en la primavera para pedir por una buena cosecha y a la luna en otoño en agradecimiento por los buenos frutos. 
Es por esta razón, que esta fiesta es también conocida como el Festival del Medio Otoño. El Otoño en el calendario chino cae en los meses lunares séptimo, octavo y noveno.
 
Los griegos lo representaban con una figura de una mujer portando racimos de uvas y un cesto de frutas, aunque también se representa con la figura de una liebre.

Los antiguos romanos representaban al mes de Octubre con la figura de un cazador con una liebre a los pies, pájaros en la cabeza; una especie de estanque a su lado. Los modernos lo representan coronado de hojas de encina y vestido de encarnado, porque este mes el color verde de las hojas comienza a tomar un tinte rojizo. Este mes era pródigo en toda clase de festividades que celebran los pueblos del Viejo Continente, todas ellas en relación con la agricultura En la Italia de los tiempos históricos la característica del mes de Octubre era la vendimia, verificándose además las fiestas llamadas Meditrinala y Fontinalia.
También se dedica ese mes a la confraternización de los clanes y a los niños y jóvenes de la familia.

En la actualidad son muchas las ciudades españolas en las que bajo el nombre de Festival de Otoño se celebran muchas actividades culturales.
 
 





No hay comentarios:

Publicar un comentario