La gota de agua del mar,
desprendida y solitaria,
en playa inhospitalaria,
triste se puso a llorar.
desprendida y solitaria,
en playa inhospitalaria,
triste se puso a llorar.
El Océano al sentir
tan tierna lamentación
de aquella separación,
la piedad le hizo sonreír.
tan tierna lamentación
de aquella separación,
la piedad le hizo sonreír.
-«Hija mía, entre los
dos
hay una sola unidad,
y sobre esta inmensidad
no hay más grandeza que Dios».
hay una sola unidad,
y sobre esta inmensidad
no hay más grandeza que Dios».
«Entre tu cuerpo y el mío
nunca la extensión verás:
nadie medirá jamás
la inmensidad del vacío».
nunca la extensión verás:
nadie medirá jamás
la inmensidad del vacío».
¿Temes lo que puede traerte
el mañana?
No te adhieras a nada,
no interrogues a los libros ni a tu prójimo.
Ten confianza; de otro modo,
el infortunio no dejará de justificar tus aprehensiones.
No te preocupes por el ayer: No te adhieras a nada,
no interrogues a los libros ni a tu prójimo.
Ten confianza; de otro modo,
el infortunio no dejará de justificar tus aprehensiones.
ha pasado...
No te angusties por el mañana:
aún no llega...
Vive, pues, sin nostalgia ni esperanza:
tu única posesión es el instante.
Tan rápidos como el agua del
río
o el viento del desierto, nuestros días huyen.
Dos días, sin embargo, me dejan indiferente:
el que partió ayer y el que llegará mañana.
o el viento del desierto, nuestros días huyen.
Dos días, sin embargo, me dejan indiferente:
el que partió ayer y el que llegará mañana.
A aquellos que en el hoy aguardan
su ventura,
y a los que en el mañana fijaron su esperanza,
un muecín les grita desde la Torre Oscura:
-«¡Locos! ni aquí, ni allí, vuestra paga es segura!»
En sueños, otra voz, que me
repite, advierto:y a los que en el mañana fijaron su esperanza,
un muecín les grita desde la Torre Oscura:
-«¡Locos! ni aquí, ni allí, vuestra paga es segura!»
-«La flor abrirá al beso de la nueva mañana»;
mas un rumor que pasa, me dice, ya despierto:
-«La flor que ayer abrió, dio su aroma y ha muerto».
Ghiyath al-Din Abu l-Fath Omar ibn Ibrahim Jayyam Nishaburí, Omar Jayam u Omar Khayyám
Las Rubaiyyat fueron expurgadas y fijadas por Sadeq Hedayat (1903-1951), escritor iraní, quien nos habla de Jayam desde dos vertientes: como filósofo y como poeta. Del primero nos dice que era un filósofo materialista, pesimista y escéptico. Según Jayam, la naturaleza ciega y sorda continúa el ciclo: el cielo está vacío y no atiende a los gritos de nadie. Su pensamiento está empapado de tristeza, pena, inexistencia y muerte.
(1048 - 1131)
Matemático,
astrónomo y poeta persa, nacido en Nishapur, la entonces capital
selyúcida de Jorasán (actual Irán). La traducción literal de su apellido
es "fabricante de tiendas",
profesión que alguna vez ejerció su familia, su padre Ibrahim Omar
Jayyam fue médico herbal y cabeza de una familia de clase media-alta.
Es conocido ante todo por su poesía, un corpus llamado Rubaiyat (Ruba`iyyat o "cuartetas", en persa), series de cuatro versos (rubaí) escritos en persa. Hay discrepancias sobre los versos que constituyen las Rubaiyat,
ya que éstas han sido en gran mediada reconstruidas a partir de varias
copias diferentes, y es posible que en alguna recopilación haya versos
no debidos a la mano del poeta. En el Rubaiyat nos trasmite sus
ideas acerca de temas tan distintos como la ciencia y el conocimiento,
la moral y el comportamiento personal, religión y teología, cómo ser
feliz, la nostalgia por lo vivido, el disfrute de la vida antes de la
muerte, de dónde venimos y a dónde vamos.Las Rubaiyyat fueron expurgadas y fijadas por Sadeq Hedayat (1903-1951), escritor iraní, quien nos habla de Jayam desde dos vertientes: como filósofo y como poeta. Del primero nos dice que era un filósofo materialista, pesimista y escéptico. Según Jayam, la naturaleza ciega y sorda continúa el ciclo: el cielo está vacío y no atiende a los gritos de nadie. Su pensamiento está empapado de tristeza, pena, inexistencia y muerte.
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