Al-Kaliba
Llamado también “cama de la hija del
rey”.
Cuenta una leyenda popular que un
antiguo rey de la ciudad tuvo una hija cuando ya era anciano. Ésta era una de
las jóvenes más guapas de su tiempo, agraciada con las mejores virtudes y
afortunada en posesiones. Cuando alcanzó la adolescencia se convirtió en el
consuelo de su padre y el motivo de su felicidad, pues el rey no se alegraba
nada más que con su compañía. Temiendo que le sucediera algún mal a su hija,
ordenó la construcción de un palacio sobre columnas muy elevadas donde pudiera
vivir lejos de los peligros de la vida y de los designios del destino. Pronto
se terminó el palacio con todo el lujo deseado y la elevación requerida por el
rey. Estaba alejado de la ciudad, pero al mismo tiempo dominaba todas sus
visitas y desde él se podía ver todo el paisaje. Llevó allí a la niña y ordenó a
sus sirvientes que le subieran todo lo que necesitara con un gran cesto
suspendido en unas cuerdas. De esta forma el padre pudo descansar creyendo a
salvo la salud de su hija, sin embargo, el destino que a veces es irónico quiso
lo que el poderoso rey no esperaba. Un alacrán se metió entre los racimos de
uva que colocaron en la cesta para que los comiera la muchacha. Apenas alargó
la mano para tomar los racimos, el alacrán la hirió mortalmente.
En realidad se trata de un edificio
cuyo estilo indica que fue construido en el siglo III d.C. Los arqueólogos
llamaron Al-Kaliba a todo lo que se parecía a este tipo de edificios ampliamente
extendidos por Horán y Yabal.
MackLeor Dovory afirma que leyó este
nombre grabado en una de las inscripciones de un edificio similar en la aldea
de Umm Al-Zaitum, en la provincia de Yabal al-Arab. No conoció una traducción correcta
que diera el significado griego, así que quiso copiarlo tal como se pronunciaba
en otras lenguas. Al-Kaliba era al-kuj al-basit (la cabaña sencilla) en la que vivía
el griego sencillo en épocas antiguas. También se nombra así a las viviendas de
los pastores y a las de los dioses del agua. Quizás la escritura indicada
anteriormente describe un lugar de santidad que, sin duda, se construyó para un
fin religioso: la práctica de ritos paganos. Por la forma del edificio y
nuestro conocimiento de algunos de estos ritos, deducimos que es uno de los
templos en los que se guardaban estatuas que simbolizaban a los dioses adorados
por los habitantes. La estatua simboliza la propia imagen del dios, el
edificio, por tanto sugiere la inmortalidad del espíritu y la grandeza del
cielo. Ya que su organización es similar a la de otros templos en Egipto, y
como sabemos que la mayoría de los componentes de la tercera legión pártica
eran egipcios, se puede creer que fue un templo donde los oficiales y demás
miembros de esta legión ofrecieron sus sacrificios.
El edificio se extiende hacia el norte
y forma un amplio arco en el este. Existen otros edificios a su alrededor como
se pudo ver en las últimas prospecciones que se realizaron. Se descubrieron sus
cimientos en la parte norte y trozos de la cornisa que confirman un estilo de
construcción similar al que aparece en la zona sur. Las inscripciones de la
cornisa y el friso presentan un tallado de gran riqueza artística. Los muros
exteriores estaban decorados con nichos, algunos de los cuales continúan
visibles en la parte norte que da a la calle principal. Los últimos trabajos de
excavación han demostrado que, sin ninguna duda, este edificio es del tipo
Kaliba.
Los lugares arqueológicos de Bosra por Dureid Miqdad. Traducción de Dr. Khaled Ghanim y Antonia Navarro Caparrós se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Fotografías por Carmen Dorado Vedia se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
No hay comentarios:
Publicar un comentario