Ganadora del Premio Cervantes 2013, el quinto para un mexicano y el
primero para una mexicana. Es la cuarta escritora galardonada en 37 años. Antes
lo habían ganado las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010)
y la cubana Dulce María Loynaz (1992).
Nacida en
París el 19 de mayo de 1932, descendiente del último rey de Polonia y bautizada
con el rimbombante nombre de Héléne Elizabeth Louise Amelie Paula Dolores
Poniatowska Amor, emigró a México a los nueve años junto a su madre huyendo de
la invasión nazi en Francia. La Segunda Guerra Mundial desvío su
biografía y le enseñó la importancia del compromiso: su padre luchaba en el
ejército francés y participó en el desembarco de Normandía. Un espíritu
combativo que Poniatowska heredó a través de su escritura y compromiso
personal.
Formada
entre EE.UU y México, el periodismo fue su puerta hacia la escritura que
siempre ha alternado con la ficción. Defensora de causas sociales, testigo de
los principales acontecimientos de la historia mexicana en el siglo XX, ha
tocado casi todos los géneros: novela, cuento, poesía, ensayo, crónica,
entrevista., incluso la literatura infantil. Su obra ha sido traducida a una
decena de idiomas y figura en importantes antologías.
El Premio
Cervantes se suma al Alfaguara de novela (2001), El Rómulo Gallegos (2007) o el
Biblioteca Breve
de 2011. Además, en 2004 fue condecorada con la Legión de Honor del
Gobierno de Francia.
Desde
las crónicas de la matanza estudiantil del 2 de octubre de 2008, pasando por el
terremoto de 1985 en Ciudad de México, o hasta el conflicto armado de Chiapas
en 1994, sus trabajos periodísticos su ideología de izquierdas y su defensa de
los los derechos humanos. Es una de
los intelectuales más influyentes de México.
En
las polémicas elecciones presidenciales de 2006 apoyó a Andrés Manuel López
Obrador, el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos, que rechazó aceptar
su derrota.. Ante la crítica de algunos sectores, 24 destacados escritores
extranjeros, entre los que figuraba el el premio Nobel 1998 José Saramago,
firmaron una carta en su apoyo.
A
partir de 1954, cuando publicó su primer libro, Lilus Kikus, el ritmo de creación de Poniatowska ha sido
constante. Un año después del nacimiento de su primer hijo, Emmanuel, en Roma,
escribió la obra teatral Melés y Teléo:
apuntes para una comedia. En 1959, su entrevista con el astrofísico mexicano Guillermo
Haro será determinante en su vida, ya que se casará nueve años
después con él, el mismo año en que se produjo la masacre contra el movimiento
estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas de México.
Poniatowska
empezó a recopilar testimonios del suceso que acabó convirtiendo en el que,
junto con la novela Hasta no verte Jesús
mío (1969), es uno de sus libros más conocidos: La noche de Tlatelolco: testimonios de historia
oral, con el que ganó el premio literario Xavier Villaurrutia,
galardón que rechazó.
Otras obras ligadas al periodismo literario, el género que más ha cultivado, han sido recopiladas en los siete volúmenes de Todo México (1991-1999); Domingo siete (1982) y Palabras cruzadas (1961).
Otras obras ligadas al periodismo literario, el género que más ha cultivado, han sido recopiladas en los siete volúmenes de Todo México (1991-1999); Domingo siete (1982) y Palabras cruzadas (1961).
En
otras ocasiones, Poniatowska escribe obras híbridas entre el reportaje, la
crónica y el ensayo, como en Las siete
cabritas (2000), o Querido
Diego te abraza Quiela (1976), Tinísima
(1992), Las soldaderas (1999)
o La herida de Paulina: crónica del
embarazo de una niña violada (2000), en las que habla de la
condición femenina.
Asimismo,
ha sido distinguida con el doctorado honoris causa por varias universidades,
entre ellas las mexicanas Nacional Autónoma, Sinaloa (1979) y Toluca, así como
por Columbia (Nueva York, EEUU), Florida (EEUU), la de Puerto Rico y por la
National Hispanic University (California).
En
2007, el gobierno de la Ciudad de México instauró el Premio Iberoamericano de
novela que lleva su nombre, en reconocimiento a "su ambición literaria, la
subversión y el talento infinito de esta gran dama de las letras", a la
que muchos consideran ya "un clásico vivo".
Obras:
Con La noche de Tlatelolco (1971),
un libro de testimonios sobre la matanza estudiantil perpetrada por Gustavo Díaz Ordaz
en 1968, Poniatowska
dio voz a un país ansioso de justicia y democracia -sus entrevistas y
testimonios fueron de vital importancia
"No
bastaba una sola voz, por dolida y sincera que fuese, para dar el sonido, la
significación, la dimensión misma de los trágicos días vividos por muchos
mexicanos en octubre de 1968. Elena Poniatowska se dedicó, pues, a oír las
múltiples voces de los protagonistas--indiferentes, solidarias, quejumbrosas o
airadas--y compuso este enorme testimonio colectivo, que, a la manera de un
coro plural, da la relación de los hechos. Desde cualquier punto de vista o
posición que adopte ante lo sucedido en esos días, el lector sentirá que esta
obra de algún modo le concierne y lo reclama. Estudiantes, obreros, padres y
madres de familia, profesores, empleados, soldados y hombres de Estado, en fin,
diversos componentes de la sociedad mexicana, aportan su modo de ver, sentir y
considerar los acontecimientos. No se trata de emitir un juicio general, sino
de recoger la experiencia misma y su reflejo en la memoria de muchos. Los testimonios
fueron fielmente transcritos: las palabras vibran en la página con su textura y
su tono oral. Este es un libro que será oído mas que leído. Un libro que no
podemos dejar de oír."
La
colección de cuentos Lilus Likus
De todos los títulos que forman parte de la producción
literaria de la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska,
hoy sólo enfocaremos la información hacia “Lilus
Kikus”, su primer libro de cuentos.
Este
material que comenzó a comercializarse en 1954 está compuesto por varios relatos
que, por sus características, consiguen retratar con dulzura y sabiduría al
mágico universo infantil.
Su
protagonista, tal como lo anuncia el nombre de la obra, es Lilus Kikus, una niña soñadora e
inquieta que solía usar su imaginación para vivir las más increíbles aventuras.
Entre los anhelos más sorprendentes de esta pequeña que no tiene la costumbre
de lavarse las manos con frecuencia figura, por ejemplo, el deseo de tener uñas
de sol. Con ellas, cree Lilus,
podría disfrutar el placer de la lectura durante la noche ya que sus dedos
podrían aportar la luz necesaria para alumbrar los libros, tendría la
posibilidad de salpicar su pelo con brillosos rayos solares y hasta poseería
una diminuta linterna para cada tecla del piano.
A
la estrella de esta historia, a diferencia de otras niñas de su edad, no le
gusta llevar baldes, palas y moldecitos a la playa. Allí, como buena admiradora
que es de la naturaleza, ella suele entretenerse con la arena y todo lo que las
olas arrastran hasta la orilla del mar.
Como
resulta evidente, “Lilus Kikus”
es un trabajo que la también creadora de “La
noche de Tlatelolco” elaboró inspirada en la época más
maravillosa de la vida: la infancia. Por esa razón, si les atraen las historias
que consiguen conservar y retratar la pureza de un niño, no se prohíban la
posibilidad de descubrir este relato maravilloso que, tal vez, no sea la obra
más destacada de la autora pero que los llevará hacia un plano mágico donde
cualquier sueño puede llegar a convertirse en realidad.
Fuerte es el silencio
Donde
lo llamado `policiaco' recupera su dignidad política, donde las muertes y las
vidas no son absurdas, donde se reconstruyen los hechos que les han dado su
cariz a nuestros días, donde los sentimientos se hilvanan para recuperar la
memoria- constituye una admirable principio de la verdadera historia mexicana.
Nada, nadie.
Después
de los pavorosos terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985, en la ciudad de
Mexico nada ni nadie serán nunca mas de los mismos. Pánico, desesperación,
rabia, impotencia, horror, rescates, solidaridad, muerte, la megalopolis
sembrada de destrucción por doquier.
Las soldaderas.
Un
libro que reune los testimonios de las mujeres que participaron en la Revolución Mexicana: más de 1.900
líderes que lucharon en bandas rebeldes, una multitud anónima de lavanderas,
cocineras, enfermeras, madres, esposas, hermanas y combatientes entre las que
los lectores vuelven a encontrarse con Jesusa
Palancares.
La piel del cielo
«Mamá,
¿allá atrás se acaba el mundo?»
Esta
frase abre camino a una historia fascinante: la de un hombre de enorme talento
destinado a desentrañar los misterios de la astronomía. Lorenzo de Tena,
inconformista y rebelde, deberá luchar contra las desigualdades sociales, las
trampas burocráticas y las tentaciones políticas para ver realizada su
vocación. Pero los mayores retos de su búsqueda no vendrán de la ciencia sino
de la cara más oculta de las personas, la que esconde las pasiones y los
sentimientos.
Una
novela que, como un telescopio, nos acerca a los desafíos más inalcanzables:
las estrellas y el amor.
Me ha gustado mucho, chiquilla.
ResponderEliminarMuchas gracias Marieta.
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