HOMS حمص
Anteriormente conocido como Emesa, es la tercera
ciudad más importante de Siria, después de Damasco y Alepo.
Situada al Oeste del país, a quinientos metros
sobre el nivel del mar, a ciento cuarenta kilómetros de Damasco y junto al río
Orontes, es una importante ciudad industrial (refinerías de petróleo,
procesamiento de remolacha azucarera, textiles, joyería y obras metalúrgicas).
Es una de las zonas más fértiles de Siria dada su ubicación, recibiendo las
suaves brisas del Mediterráneo.
A principios de 1930 fue construido un oleoducto
entre Kirkuk y Trípoli que pasó por Homs siguiendo la antigua ruta de las
caravanas entre Palmira y el Mediterráneo. En 1959 fue construida una refinería
para procesar parte del petróleo y destinarlo al consumo interno. Dicha
refinería fue bombardeada por la Fuerza
Aérea Israelí durante la Guerra del Yom Kipur (1973)
En tiempos antiguos Homs (llamada Emesa) fue famosa
por el cuto a Baal, dios del sol. En Homs nació el emperador romano Heliogábalo
(204 d.C.)
La ciudad era conocida en toda Siria por su propia
cocina. Entre los platos típicos hay me mencionar el Batarsh (realizada con
yogur y ajo); el Batata mahshi (plato típico de Homs) que consiste en patatas
rellenas con carne picada de cordero, piñones y melaza de granada.
Al igual que en Damasco y Alepo, muchas casas
antiguas se han restaurado y convertido en restaurantes:
- Beit al-Agha, un antiguo palacio de arquitectura otomana y mameluca.
- Julia Dumna, descrito como el mejor ejemplo de las casas tradicionales de Homs (piedras blancas y negras)
La ciudad es famosa por sus históricas mezquitas e
iglesias. Fácilmente reconocible por sus dos torres del reloj. La antigua torre
(frente a la calle Al-Hamidiya) fue construida por los franceses a comienzos de
los años treinta. La nueva torre está en la plaza de Al-Quwatli.
Homs también es conocida por sus zocos: un conjunto
de calles estrellas y cubiertas que se extienden desde el sur y el este de la Gran Mezquita hacia la ciudad
antiguas.
Sin embargo es la Mezquita de Khaled Ibn al-Walid el
edificio con un verdadero interés histórico. Construida en los últimos años de
la ocupación otomana (1900), recibe su nombre del general árabe Khaled Ibn
Al-Walid (636 d.C.), valeroso y anciano líder árabe que guió a los ejércitos
islámicos en la famosa batalla de Yarmulk conquistando numerosas ciudades. Su tumba
está localizada dentro de la mezquita, en una esquina, bajo una cúpula en cuyo
interior se representan las batallas victoriosas de Khaled Ibn al-Walid. Su
cuerpo reposaba en un sarcófago de madera tallado con inscripciones del Corán, posteriormente
trasladado al Museo Nacional de Damasco.
La Mezquita se caracteriza por su estilo arquitectónico
otomano, formada por un gran patio cuyas paredes están decoradas con bandas de
piedra blanca (mármol) y negra (basalto) que se van alternando. Se distingue
por sus dos altísimos minaretes situados al noroeste y al noreste del edificio.
Tanto los minaretes como los marcos de las ventanas están construidos en piedra
caliza blanca. La cúpula central del edificio es de color plateado y se apoya
en cuatro columnas macizas. Además de la gran cúpula tiene nueve bóvedas más
pequeñas.
Asimismo otro de los edificios más interesantes de
Homs es la Iglesia Um al-Zennar
(Iglesia de la Aparición
de la Virgen),
construida en 1825 sobre las ruinas de una iglesia bizantina. Cuenta esta
iglesia con una reliquia bastante peculiar: se dice que allí se guarda una
banda de tela utilizada por la Virgen María
como cinturón, por ese motivo se la conoce también como la Iglesia del cinturón de la Virgen.
Hay otro edificio en Homs que merece la pena ser visitado:
la Iglesia de San Elián
que data del siglo V y fue construida en honor al mártir cristiano San Elián,
cuya tumba se encuentra en la cripta. Posee un conjunto muy bonito de frescos
(siglo XII). Estas pinturas decoraban originalmente la cripta donde reposaba
San Elián. Representan, arriba en el centro a Cristo Pantocrátor; a la
derecha Maria y María Magdalena; a la
izquierda Juan el Bautista y San Elián. Los cuatro evangelistas están
representados en los nichos, mientras que en los medallones están representados
los profetas y los apóstoles.
Antes de abandonar Homs conviene visitar alguno de
sus dos Museos. Ambos situados en el centro de la Ciudad.
Al-Zaharawi es un
antiguo palacio de la época mameluca convertido en Museo del Folklore Nacional.
Fuera del edificio destaca un patio a cuyo lado se encuentra el liwan (una gran
terraza con una semi-cúpula en forma de concha). En la pared del frente hay una
escultura de dos leones (símbolo de Baibars).
El otro museo de la ciudad contiene una selección
de utensilios propios de la región de Homs que abarca desde la prehistoria
hasta la época islámica.
En los alrededores de Homs podremos visitar el Crac de los
Caballeros, así como la
Ciudadela de Saladino,
declarados Patrimonio de la
Humanidad.
El Crac de los Caballeros
Castillo medieval que fue la sede
central de la Orden
del Hospital de San Juan de Jerusalén en Siria durante la época de las
cruzadas.
El Crac es una modificación de la
palabra árabe Karak que significa fortaleza.
Ocupa un lugar estratégico importante
que domina la ruta que une la costa Siria con el interior, o lo que
geográficamente es conocido como la brecha de Homs, con la llanura de la Bekaa a sus pies.
Cubre un área de tres mil metros
cuadrados y tiene trece torres enormes, además de almacenes, depósitos,
pasillos, puentes y establos, donde podían acomodarse hasta cincuenta mil
soldados con sus caballos, equipos y provisiones para cinco años.
Sus dimensiones y diseño de villa
cuartel fortificada hacían impensable su caída. Su conquista por los mamelucos
en el año 1271 se vivió en Europa como una gran desgracia.
Tras siete siglos de abandono (el
Crac) sigue presentándose tanto en su conjunto como en sus detalles tal como lo
edificaron los Cruzados.
Su construcción original se debe a uno
de los príncipes árabes que mandó construir un pequeño fuerte para vigilar el
camino que une Homs con la costa Siria. En esos días fue conocido como el
fuerte de los kurdos, en referencia al batallón kurdo que lo administraba.
En su marcha hacia Jerusalén los
Cruzados lograron tomar el fuerte (1099) pero por muy poco tiempo, hasta que
Tancredo, conde de Antioquía reconquistó el fuerte (1110).
El conde Raimundo II, gobernador de
Trípoli, otorgó en el año 1142 el control del Crac a los Caballeros Espartanos.
Estos reconstruyeron el fuerte que había sufrido graves daños causados por
varios terremotos (1157 y 1170)
Los caballeros espartanos ampliaron el
fuerte hasta convertirlo en una verdadera fortaleza. Las tropas árabes
musulmanas intentaron retomar el Crac varias veces, por la amenaza que
representaba para Homs y Hama. En el año 1163, cuando el sultán Nur Eddin Zanki
intentó (sin éxito) retomar la fortaleza. Saladino lo sitió infructuosamente
durante meses (1188), pero no fue hasta el año 1271 cuando (finalmente) el
sultán mameluco Zaher Veebers logró recuperarlo.
Es uno de los pocos lugares donde el
arte cruzado (en forma de frescos) se ha preservado. Eduardo I de Inglaterra
(durante la novena cruzada) vio la fortaleza y la usó como ejemplo de sus
propios castillos en Inglaterra y Gales.
El Crac consta de tres secciones
separadas por un foso muy amplio que antiguamente estaba lleno de agua.
El primer recinto incluye las murallas
y sus respectivas torres defensivas, además de las caballerizas.
El segundo incluye varias galerías
grandes, una pequeña iglesia (transformada en mezquita posteriormente) los almacenes, la cocina y el comedor.
La tercera sección o recinto incluye
las salas para los soldados y tres gigantescas torres, una de las cuales se
reservó como residencia para el comandante del Crac.
La influencia de la arquitectura
gótica destaca en todas las secciones, en especial en su Sala Magna
construida en el año 1250. Los árabes musulmanes, por orden del sultán Veeber,
agregaron dos torres más en el lado sur de la fortaleza y efectuaron amplias
mejoras.
Ciudadela de Saladino
Su nombre tradicional es Sahyun (Sión)
aunque es más conocido por Qal’at Salah El-Din o Ciudadela de Saladino.
Se encuentra al este de Al-Haffah y a
treinta kilómetros al este de la ciudad de Latakia.
Construida en una colina de
setecientos metros, entre dos barrancos profundos, protegía la ruta entre
Latakia y la ciudad de Antioquía. La cornisa sobra la que se construyó el
castillo está conectada (por el este) a una meseta. Los bizantinos defendieron
el sitio mediante la construcción de un muro en ese lado.
Una de las características más
impresionantes de la fortaleza es la profunda zanja de veintiocho metros
cuadrados que fueron cortados en roca viva. Esta zanja se extiende ciento
cincuenta y seis metros a lo largo de lado este. Es de catorce a veinte metros
de ancho y tiene una sola aguja de veintiocho metros de altura para apoyar el
puente levadizo.
La entrada al castillo se realiza por
el lado sur de la fortaleza. A la derecha hay una torre construida por los
cruzados. Unos metros más adelante nos encontramos con otra torre, una cisterna
para el almacenamiento de agua y algunos establos junto a la torre del
homenaje. Los muros de esta torre tienen cinco metros de espesor y cubren un
área de veinticuatro metros cuadrados.
Al norte se encuentra la entrada por
el puente levadizo. En el centro de la fortaleza se aprecia los restos de otra
cisterna de agua, una iglesia cruzada y dos capillas bizantinas que los árabes
convirtieron en mezquitas.
Fueron los árabes los que incluyeron
un palacio con baños y diwanes.
La fortaleza fue tomada por Saladino y
su hijo Az-Zahir Ghazi en el año 1118.
SIRIA: HOMS por Carmen Dorado Vedia se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Textos y fotos. ¡Me gusta!
ResponderEliminarGracias Marieta
ResponderEliminarBuscaba información para mi trabajo y tu me la has proporcionado, gracias.
ResponderEliminarGracias a ti noemll123, me alegra saber que te he ayudado. Tengo muchísima documentación sobre Siria, si necesitas algo más no dudes en pedírmela.
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