domingo, 22 de septiembre de 2013

DAMASCO / 3



La Gran Mezquita de los Omeyas

Al-Djami Bani Umaya es la mezquita más importante de Damasco además de ser una de las más antiguas y grandes del mundo. Está considerada como el cuarto lugar más sagrado del Islam, tras Masyd al-Haram (La Meca), la Masyid al-Nabawi (Medina) y la Masyd al-Aqsa (Jerusalén).
El lugar donde se encuentra es considerado lugar sagrado desde hace miles de años. Los arameos, fundadores de la ciudad, habían construido en ese lugar su templo a la deidad Hadad. Posteriormente los griegos y los romanos dedicaron el lugar a Júpiter.
Era un templo imponente que abarcaba, con su muralla externa, los trescientos diez por trecientos ochenta metros.
En la época bizantina fue reconvertido en la Iglesia de San Juan Bautista.
Con la llegada de los árabes musulmanes a Damasco (año 636) utilizaron parte del antiguo templo romano como mezquita. Durante años compartieron el lugar musulmanes y cristianos hasta que en el año 705 el califa Omawi llegó a un acuerdo con la iglesia y se inició la construcción de la gran mezquita.
Las obras duraron diez años. Se utilizaron los mejores materiales y se contrató a los mejores artesanos de la región.
Está considerada como el primer modelo real de la naciente arquitectura islámica. En ella se utilizó, por primera vez, el minarete y el nicho que marca la qibla. La disposición de las tres naves cubiertas y paralelas al muro de la qibla y un gran patio porticado exterior, la hicieron un modelo a seguir en construcciones posteriores.
La mezquita ha sufrido varios incendios y terremotos a lo largo de su historia, siendo el más grave el incendio del año 1893 que la destruyó totalmente y por ello hubo de ser reconstruida.
Desde fuera llama la atención del visitante los tres minaretes, cada uno de ellos construido en un estilo diferente.  
El minarete de Arous (primero de la arquitectura islámica) su estilo fue adoptado de la arquitectura bizantina.  
El segundo minarete (el más alto de todos) llamado de Jesús, se encuentra en la parte sureste de la mezquita y se construyó sobre una de las torres del antiguo templo de Júpiter. Según la tradición religiosa marca el lugar donde el Mesías volverá a la tierra el día del Juicio Final.  
El tercer minarete llamado el del sultán Kubtay queda en el lado suroeste de la mezquita y fue construido en el año 1488.

Para acceder al interior hay que franquear una de las cuatro puertas que tiene:  
Bab al-Barid (puerta del correo) que se abre al Oeste; 
Bab al-Faradiss (puerta del paraíso) situada al Norte bajo el minarete de Arous (minarete de la novia);  
Puerta de Girón en el lado Este
Bab al-Ziada (puerta de los joyeros) por el lado sur, la más bella y espectacular de todas (en mis continuas visitas a la mezquita siempre la encontraba cerrada).

 

Si entramos por la puerta Norte nos brinda una visión panorámica del patio de la mezquita. De forma rectangular, abierto y rodeado de tres largos pasillos de arcos, columnas y por el oratorio de la mezquita por el cuarto lado. Allí nos sorprenden tres cúpulas: la bóveda de la tesorería (o de la moneda) sostenida sobre ocho columnas altas. Adornada con brillantes mosaicos dorados que reflejan la luz del sol. Data de la época romana y servía de caja de seguridad inaccesible y bien custodiada para guardar las arcas públicas. ¿Qué mejor lugar para guardar el tesoro nacional que en el templo?
En el centro del patio se encuentra la cúpula de la fuente que da sombra a la fuente (circular) que utilizan los creyentes para realizar las abluciones antes de cada rezo.
En el extremo opuesto a la bóveda del tesoro está la cúpula de las horas (Zein Abidin) bajo la que se reúnen cientos de palomas a picotear los granos que les ofrecen los visitantes.
Todas las paredes del patio están revestidas de mármol blanco y negro (haciendo caprichosos diseños geométricos) o de finos mosaicos brillantes que representan los palacios Omeya o la campiña damascena.
El suelo del patio (de mármol blanco) brilla de manera espectacular, por allí vemos a muchos chavales sentados observando (sobre todo) a las mujeres extranjeras.

 
En nuestra primera visita (coincidiendo con el final del Ramadán) habían dispuesto en el patio varios reposteros acordonando las zonas ya que esperaban la afluencia de muchos peregrinos. Nos llama la atención los fieles shiitas, todos vestidos de negro, algunos muy mayores, pero muy amables y educados que han recorrido una larga distancia para estar allí.
Bajo una bóveda cuajada de mosaicos que representan el Jardín del Edén accedemos a la Sala de Oraciones. Se trata de una sala espaciosa, coronada por la impresionante cúpula al-Nassr, de cuarenta y cinco metros de altura, y dividida en cinco salas grandes, cuatro en cada una de las esquinas y con los nombres de los primeros califas del Islam: Abu Beker, Omar, Osman y Alí. La quinta sala lleva el nombre del primer Imán Shiita. Es en esta sala donde se encuentra el sepulcro con la cabeza de Hussein (nieto de Mahoma) y por ello es muy frecuentada por peregrinos shiitas de todo el mundo. Llama la atención que de sus verjas cuelgan lazos verdes y negros.
En otra de las salas se encuentra el santuario de San Juan el Bautista, venerado igualmente por cristianos y musulmanes y donde, según la leyenda, reposa en un sepulcro de mármol la cabeza del bautista.


En la larga pared del frente (dirigida hacia La Meca) hay cuatro nichos. El más bonito es el nicho principal, redecorado después del incendio de 1983. 
 
 
Junto a la mezquita, en los muros del norte, rodeado de un jardín muy bello, se encuentra el Mausoleo de Saladino. Fallecido en el año 1193 fue enterrado al lado de la mezquita en lo que entonces era una Madrassa (escuela coránica). En el interior hay dos sepulcros, uno de mármol, mandado construir por el sultán otomano Din Pasha (año 1876) que está vacío y otro de madera donde reposan los restos del sultán de Siria, Egipto y Palestina fundador de la dinastía ayubí. En el mausoleo hay una corona de flores realizada en bronce regalo del Kaisser alemán Guillermo II.


 Licencia Creative Commons
La Gran Mezquita de los Omeyas por Carmen Dorado Vedia se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

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