ALEPO (حلب)
Dicen de Alepo que un día fuera de la
ciudad es un día perdido en la vida. Después de visitar su Ciudadela, deambular
por calles y callejuelas, visitar mezquitas e iglesias, regatear en los Zocos,
purificar el cuerpo en el Hammam y degustar su rica y exuberante
comida… entiendo perfectamente ese dicho popular.
Alepo, capital
económica y segunda ciudad en importancia de Siria, compite con Damasco en ser
la ciudad más antigua del mundo habitada continuamente.
Situada al
noroeste del país, a ciento veinte kilómetros del mar Mediterráneo, a
trecientos ochenta metros sobre el nivel del mar y a cuarenta y cinco
kilómetros de la frontera con Turquía, fue fundada gracias a su ubicación de
las rutas comerciales de las caravanas, en especial la famosa ruta de la seda por encontrarse en una
posición estratégica a mitad de camino en la ruta comercial que une la costa
mediterránea y el Éufrates. Su provincia ocupa más de dieciséis mil kilómetros
y entre sus habitantes el treinta por ciento son cristianos por lo que es sede
de la
Archidiócesis Metropolitana de Alepo del
Patriarcado de Antioquía.
La historia de
Alepo se remonta al tercer milenio antes de Cristo, cuando era una ciudad
hitita llamada Halap y nos habla de invasiones de egipcios, de macedonios,
asirios, griegos, romanos, bizantinos y finalmente de árabes musulmanes. Una
historia que le hizo verse asediada una y otra vez por los Cruzados, bajo cuyas
espadas nunca cayó. Durante el Imperio Otomano fue un centro importante de
comercio con Turquía, Francia, Inglaterra y Holanda.
“Una ciudad cuya importancia es
considerable, cuyo renombre en todo tiempo ha volado (alto). Muchos reyes la
han pretendido; su lugar está marcado en las almas ¡Cuántas luchas ha suscitado
y (cuántas) blancas hojas han sido desenvainadas contra ella! Posee una
alcazaba célebre por las defensas, de extraordinaria altura, sin igual ni
pareja entre las fortalezas. Se libera por su inexpugnabilidad de que se la
desee o se la domine…
¡Estas son sus mansiones y sus casas! ¿Pero
dónde están los que antiguamente habitaron y residieron en ellas? Ésta es la
sede y el atrio de su reino ¿Pero dónde están sus emires, los hamdaníes y sus
poetas? Ciertamente, todos han desaparecido, mas a ella todavía no le ha
llegado su fin. ¡Oh! ¡Qué maravilla!, la ciudad subsiste mientras que sus
soberanos han desaparecido, han perecido, sin que su ruina haya sido decidida.
Después de ellos ha sido prendido (por otros); su posesión no era difícil; se
la deseaba, y lograrla fue la cosa (más) fácil del mundo. ¡Ésta es Alepo! ¡A
cuántos de sus reyes uso como predicado (el verbo) fue, y ha reemplazado el
complemento del tiempo por el del lugar (la ciudad ha permanecido tras la
desaparición de soberanos y dinastías). Su nombre es femenino y se ha adornado
con las galas de las seductoras ¡Ha sido mala, valiéndose de la traición con
quienes fueron desleales y se ha mostrado sin velos, como una desposada, tras
(la corte de ilustres hombres de elevada cultura). Ibn Jubayr.
Geógrafo y poeta del Califato de
Córdoba nacido en el siglo XII.
Con motivo del peregrinaje a La Meca, recorrió la parte
oriental del imperio árabe, llegó, desde Arabia a Bagdad la capital cultural
del mundo occidental y del Próximo Oriente y subió hacia Alepo, recorriendo
las tierras de la olvidada cultura mesopotámica. (Tomado del blog TOCHO T8)
En la actualidad y según las noticias que nos llegan a Occidente
se están llevando a cabo cruentos enfrentamientos entre las tropas rebeldes y
las leales al régimen de Bashar Al-Asad con la destrucción de importantes
edificios históricos.
A menudo pienso en los niños que jugaban al pie de la ciudadela,
que se nos acercaban para hablar con nosotros y a los que la timidez impedía
realizarnos algunas preguntas comprometidas. A los que nos pedían que les
hiciéramos fotos, a los que nos hablaban de fútbol, de Al-Andalus… Siento
nostalgia de sus risas, de sus sueños, del almuédano que nos despertaba, de los
paseos por sus zocos, por el barrio armenio, de sus cafés, del hammam… y no se si todo ello será recuperable.
LA CIUDADELA o FORTALEZA. EMBLEMA DE LA CIUDAD |
EDIFICIOS OTOMANOS |
LA CIUDAD DESDE EL HOTEL CHAM PALACE |
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