miércoles, 3 de julio de 2013

130 aniversario del nacimiento de FRANZ KAFKA



Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos. «¿Qué me ha ocurrido?», pensó. No era un sueño. Su habitación, una auténtica habitación humana, si bien algo pequeña, permanecía tranquila entre las cuatro paredes harto conocidas. Por encima de la mesa, sobre la que se encontraba extendido un muestrario de paños desempaquetados -Samsa era viajante de comercio-, estaba colgado aquel cuadro que hacía poco había recortado de una revista y había colocado en un bonito marco dorado. Representaba a una dama ataviada con un sombrero y una boa de piel, que estaba allí, sentada muy erguida y levantaba hacia el observador un pesado manguito de piel, en el cual había desaparecido su antebrazo.
La mirada de Gregorio se dirigió después hacia la ventana, y el tiempo lluvioso -se oían caer gotas de lluvia sobre la chapa del alféizar de la ventana- lo ponía muy melancólico. «¿Qué pasaría -pensó- si durmiese un poco más y olvidase todas las chifladuras?»

Die Verwandlung, en su título original en alemán fue publicado en 1915. Otras novelas son El Proceso (Der ProzeB), El castillo (Das ScholB) y el Desaparecido, además de numerosos cuentos.

5 comentarios:

  1. Sería bueno, como Gregorio Samsa, dormir para despertar en una mejor realidad

    Alejandro Chanes

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  2. Un monstruoso insecto ¿qué será, será?

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  3. Gracias Mª Carmen por compartir conmigo tus lecturas.
    He podido acceder de este modo a la presentación de tu libro, y viéndola siento más el no haber podido acudir a la misma.
    He leído los primeros cuentos de tu libro y mantienen la atención desde la primera línea.
    Te felicito por el mismo.
    Un beso.
    Pedro Pablo Iglesias

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  4. Alejandro, todo es posible si la imaginación no nos abandona.

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  5. Marieta: Se me ocurren unos cuantos nombres...

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