miércoles, 5 de febrero de 2014

NIZAR QABBANI



TU ROSTRO ES PRELUDIO DEL POEMA 
 

Tu rostro es preludio del poema.
Me arrastra de noche,
como si yo fuera vela,
a las playas del ritmo,
me abre el horizonte de cornalina
y la mirada de la creatividad.
Tu rostro es maravilloso,
una acuarela,
un viaje fascinante
entre la ceniza y la hierbabuena.

Tu rostro
es un cuaderno abierto. Qué bello
cuando lo veo por la mañana
trayéndome el café en su sonrisa
y el rubor de la manzana...
Tu rostro me acerca
al último poema que conozco,
a la última palabra,
a la última rosa de Damasco que amo
y a la última paloma...  

Tu rostro, amiga mía,
es un mar de símbolos, y la nueva pregunta:
¿volveré sano y salvo?
El viento me asusta,
las olas me asustan,
el amor me asusta
y mi viaje es lejano.  

Tu rostro, amiga mía,
es una maravillosa carta
que fue escrita
y jamás llegó al cielo...


CUATRO CARTAS INGENUAS A BEIRUT

 
Primera carta
¡Amigos de la tristeza en Beirut!
¿Cómo estáis?
Os preguntamos, sabiendo
la ingenuidad de la pregunta.
Os preguntamos
estando como huérfanos en el féretro de la belleza.  

Segunda carta
¡Amigos de la herida en Beirut!
¿Acaso no vendisteis una luna para comprar un terremoto?
¿No vendisteis las nubes azules,
las velas
y la arena?
¿No vendisteis la cereza roja en vuestros bosques,
el tomillo silvestre
y la retama?
¿No vendisteis
el manzano, el pájaro,
la falda y la cascada?
¿No vendisteis los libros de poesía que teníais
y la risa de los niños?
¿No vendisteis el dolor de las flautas en vuestros inventarios
y el mawwal[1][1] azul?
¿No vendisteis un paraíso
para vivir en las ruinas?  

Tercera carta  
¡Amigos de la poesía en Beirut!
¿Acaso no vendisteis la última estrella de vuestro cielo?
¿No vendisteis
la última letra de vuestro nombre?
¿No vendisteis
los restos de las alhajas de vuestras mujeres?
¿No vendisteis el mar?
¿No vendisteis a las milicias que os flagelaban
el último hilo de la camisa de la poesía?
 
Cuarta carta 
¡Amigos de la paciencia en Beirut!
Decidnos
en qué tierra se siembra la paciencia.
Decidnos
si es posible que la rosa se levante de su cama
y despierte el perfume.
¿Es posible que las letras vuelvan de su lejanía
y se desborde la tinta?
¿Es posible que recobremos nuestra vida,
si ellos han borrado
las más bellas líneas del libro de la vida?


Traducción del árabe por
María Luisa Prieto  




Nizar Qabbani

(Damasco 1923 - Londres 1998)

Diplomático sirio y uno de los más célebres poetas árabes contemporáneos.
  
Conocido principalmente por una poesía de carácter amoroso y sexual y por el empleo de una "tercera lengua" que, basada en el más impecable árabe literario, pretende capturar la viveza y la elasticidad del habla coloquial siria.

Alumno del poeta Jalil Mardam, compone su primer poema en 1939, en el transcurso de un viaje escolar por Italia. Cinco años después publica su primer libro: Me dijo la morena ( قالت لي السمراء, qālat lī s-samrā').

Estudia Derecho en Damasco y al acabar la carrera ingresa en el cuerpo diplomático y es destinado a El Cairo, donde publica el poemario Juventud de seno (طفولة نهد , Tufūlat nahd). La profesión diplomática le lleva sucesivamente a Ankara, Londres, Pekin y Madrid.

De los años 60 sus obras más destacadas son los poemarios Amada mía (حبيبتي , Habībatī, 1961) y Dibujo con palabras (الرسم بالكلمات , Ar-rasm bi l-kalimāt, 1966).

En 1966 se establece en El Líbano, donde funda su propia editorial.

El año siguiente, 1967, marca un antes y un después en su carrera. La derrota árabe en la Guerra de los Seis Días destroza dos décadas de aspiraciones y sueños y sume al mundo árabe en una gran crisis. Qabbani, hasta entonces poeta netamente amoroso, empieza a hacer una literatura más política que se inaugura con su célebre poema Apuntes en el cuaderno de la derrota (هواميش على دفتر النكسة , Hawāmīš 'alà daftar an-naksa). Dicho poema, publicado en la prestigiosa revista beirutí Al-Adab en agosto de aquel mismo año realizaba una feroz crítica (autocrítica más bien, puesto que se refería a los árabes y Qabbani lo era) de las causas que habían llevado a la derrota: la retórica hueca, el aventurerismo, la desunión... Las críticas de Qabbani cayeron sobre las heridas abiertas por la guerra y se generó un gran movimiento en su contra en varios países árabes que incluyó manifestaciones, encendidos artículos, secuestro legal de la revista en varios lugares e incluso quema pública de la misma. El poema, además, sentó mal a quienes pensaban que tocar temas políticos no era más que un acto de oportunismo en un poeta conocido hasta entonces por sus a veces indecentes cantos al amor.

A principios de los setenta aparecen dos obras autobiográficas: De amor, sexo y revolución (الحب والجنس والثورة , Al-hubb wa-l-yins wa-t-tawra) y Mi historia con la poesía (قصتي مع الشعر , Qissati ma'a š-ši'r, 1973). Tras el estallido de la guerra civil libanesa, deja Beirut y vive sucesivamente en varias capitales árabes y europeas. De esa época es un homenaje en prosa poética a la ciudad mártir, devastada por la guerra: Diario de una ciudad que se llamaba Beirut (يوميات مدينة كان إسمها بيروت , Yawmiyyāt madīna kān ismu-hā Bayrūt).

En 1981 publica ¿Qué es la poesía? (ما هو الشعر , Mā huwa š-ši'r?), obra a caballo entre la crítica literaria, la lírica y la autobiografía.

En 1993 aparece Poemas árabes de amor (قصائد حب عربية , Qasā'id hubb 'arabiyya).

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