miércoles, 20 de noviembre de 2013

MAHMUD DARWISH


PARA NUESTRA PATRIA

Para nuestra patria,
Próxima a la palabra divina,
Un techo de nubes.
Para nuestra patria,
Lejana de las cualidades del nombre,
Un mapa de ausencia.
Para nuestra patria,
Pequeña cual grano de sésamo,
Un horizonte celeste... y un abismo oculto.
Para nuestra patria,
Pobre cual ala de perdiz,
Libros sagrados... y una herida en la identidad.
Para nuestra patria,
Con colinas cercadas y desgarradas,
Las emboscadas del nuevo pasado.
Para nuestra patria cautiva,
La libertad de morir consumida de amor.
Piedra preciosa en su noche sangrienta,
Nuestra patria resplandece a lo lejos
E ilumina su entorno...
Pero nosotros en ella
Nos ahogamos sin cesar.
 





PASAJEROS ENTRE PALABRAS FUGACES

Cargad con vuestros nombres y marchaos,
Quitad vuestras horas de nuestro tiempo y marchaos,
Tomad lo que queráis del azul del mar
Y de la arena del recuerdo,
Tomad todas las fotos que queráis para saber
Lo que nunca sabréis:
Cómo las piedras de nuestra tierra
Construyen el techo del cielo.
 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Vosotros tenéis espadas, nosotros sangre,
Vosotros tenéis acero y fuego, nosotros carne,
Vosotros tenéis otro tanque, nosotros piedras,
Vosotros tenéis gases lacrimógenos, nosotros lluvia,
Pero el cielo y el aire
Son los mismos para todos.
Tomad una porción de nuestra sangre y marchaos,
Entrad a la fiesta, cenad y bailad...
Luego marchaos
Para que nosotros cuidemos las rosas de los mártires
Y vivamos como queramos.
 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Como polvo amargo, pasad por donde queráis, pero
No paséis entre nosotros cual insectos voladores
Porque hemos recogido la cosecha de nuestra tierra.
Tenemos trigo que sembramos y regamos con el rocío de nuestros cuerpos
Y tenemos, aquí, lo que no os gusta:
Piedras y pudor.
Llevad el pasado, si queréis, al mercado de antigüedades
Y devolved el esqueleto a la abubilla
En un plato de porcelana.
Tenemos lo que no os gusta: el futuro
Y lo que sembramos en nuestra tierra.
 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Amontonad vuestras fantasías en una fosa abandonada y marchaos,
Devolved las manecillas del tiempo a la ley del becerro de oro
O al horario musical del revólver
Porque aquí tenemos lo que no os gusta. Marchaos.
Y tenemos lo que no os pertenece:
Una patria y un pueblo desangrándose,
Un país útil para el olvido y para el recuerdo.
 
Pasajeros entre palabras fugaces:
Es hora de que os marchéis.
Asentaos donde queráis, pero no entre nosotros.
Es hora de que os marchéis
A morir donde queráis, pero no entre nosotros
Porque tenemos trabajo en nuestra tierra
Y aquí tenemos el pasado,
La voz inicial de la vida,
Y tenemos el presente y el futuro,
Aquí tenemos esta vida y la otra.
Marchaos de nuestra tierra,
De nuestro suelo, de nuestro mar,
De nuestro trigo, de nuestra sal, de nuestras heridas,
De todo... marchaos
De los recuerdos de la memoria,
Pasajeros entre palabras fugaces.


Mahmud Darwish
(Al-Birwa, 1941 – Houston, 2008)
Es uno de los más célebres literatos árabes contemporáneos. En su trabajo, Palestina se convirtió en una metáfora de la pérdida del Edén, del nacimiento y la resurrección, así como la angustia por el despojo y el exilio.
Fue el segundo de ocho hijos de una familia originaria de la aldea de al-Birwa (próxima a Acre). La aldea fue destruida por el ejército israelí en 1948 y la familia Darwish se exilió en el Líbano, donde residió durante un año, tras lo cual volvió a entrar clandestinamente en el territorio del recién creado Estado de Israel, estableciéndose en la aldea galilea de Dair al-Asad y luego en la de Al-Yadida. Mahmud repartió sus estudios primarios entre el Líbano, estas dos aldeas y una tercera, Kafr Yasif, donde huyó su familia al ser descubierta.
Tras completar su educación secundaria ingresó ene. Partido Comunista de Israel, trabajando como coeditor de su revista Al-Fayr (la Aurora), al tiempo que empezaba a publicar poesía en el diario Al-Hadid (el Nuevo) y en la revista Al-Ittihad (la Unidad).
Fue arrestado en numerosas ocasiones por las autoridades israelíes por su actividad política contra la ocupación de Palestina.
Finalmente se exilió en Moscú, El Cairo y Beirut. Allí ingresó en la OLP (Organización para la liberación de Palestina).
En 1982 volvió a exiliarse tras la invasión israelí del Líbano. Presidió la Liga de Escritores y Periodistas Palestinos.
En 1996 regresó por primera vez a Galilea con el fin de visitar a su madre. Vivió entre Ammán y Ramala.
En 2002, durante el asedio del Ejército israelí a la ciudad de Ramala, Darwish recibió la visita de una delegación del Parlamento Internacional de Escritores, presidida por el novelista Russel Banks y compuesta entre otros por José Saramago y Wole Soyinka.
En 2006, Mahmud Darwish visitó España, donde leyó su poesía en Cosmopoética (Córdoba) y en la Residencia de Estudiantes (Madrid).
Falleció en Texas (2008) tras una operación a corazón abierto.

Obra poética
En una primera etapa (1966-1986) su obra responde a las acuciantes necesidades de denuncia de la tragedia palestina:
  • Enamorado de Palestina (1966)
  • Nupcias (1977)
  • El Fénix moral (1995)
  • Mural (2000)
  • Como la flor del almendro (2005)

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