"Encontrad al hombre que me asesinó y os contaré todo lo que
hay al otro lado"
hay al otro lado"
Me llamo Rojo es una novela turca escrita por Orham Pamuk en 1998, quien posteriormente recibió el Premio Nobel de Literatura en 2006.
La novela gira entorno a un taller de ilustradores en el Imperio Otomano (1591), en que recientemente ha sido cometido un asesinato. A partir de este hecho, diversos narradores cuentan los sucesos que rodean la búsqueda y captura del asesino.
Cada capítulo de la novela tiene un narrador diferente (toda ella en primera persona) y usualmente hay conexiones temáticas y cronológicas entre ellos. Adicionalmente aparecen personajes inesperados (la muerte, el diablo...) que cuentan sus historias desgranando el sistema filosófico del Estambul del siglo XVI.
La novela incorpora temas de misterio, romance y juegos filosóficos, ilustrando el contexto del sultanato de Murad III durante nueve días nevados en 1591.
Asímismo el autor hace uso de varias técnicas en la novela, incorporando elementos de metaficción donde los narradores hacen continuas referencias al lector y a la sapiencia de que son personajes en un libro.
Por otro lado utiliza la llamada metaliteratura, ya que a menudo nos introduce en leyendas (como la de Hüsrev y Sirin) e historias orientales al más puro estilo de las mil y una noches; y es esta parte la que más me gusta.
El libro comienza con el capítulo "Estoy muerto" que nos introduce en el misterio, y a partir de ahí sus personajes nos irán narrando el por qué de ese asesinato hasta develar al asesino en las últimas páginas.
Ahora estoy muerto, soy un cadáver en el fondo de un pozo. Hace mucho que exhalé mi último suspiro y que mi corazón se detuvo pero, exceptuando el miserable de mi asesino, nadie sabe lo que me ha ocurrido (...)
Era feliz, creo que era feliz; ahora lo comprendo: yo era quien hacía las mejores iluminaciones del taller de Nuestro Sultán y no había nadie cuya maestría se aproximara siguiera a la mía (...)
He muerto, pero, como veis, no he desaparecido. Por otra parte, me veo obligado a confesar que no me he encontrado los palacetes de plata y oro bajo los cuales fluyen arroyos, los árboles de grandes hojas y frutos maduros, ni las hermosas vírgenes que menciona el Sagrado Corán (...) Y, por supuesto, tampoco me he encontrado esos cuatro ríos de leche, vino, agua dulce y miel que describen con tanta amplitud y dulzura visionarios como Ibn Arabí y no el Sagrado Corán (...) cualquier creyente con un mínimo de conocimiento sobre la vida después de la muerte acepta que alguien tan atormentado como yo y, además, en la situación en que me hallo tendrá grandes dificultades para ver los ríos del Paraíso (...)
Quiero que sepáis que mientras no se encuentre a ese miserable esperaré retorciéndome inquieto en mi tumba por más que me entierren en la más suntuosa que exista y que os inocularé la incredulidad a todos. ¡Encontrad a ese hijo de puta que me asesinó y yo os contaré todo lo que hay en el otro mundo con pelos y señales! (...)
Los personajes:
Maese Donoso, víctima de asesinato que le habla al lector desde la otra vida en el capítulo inicial.
Negro, ilustrador y secretario. Ha regresado recientemente a la ciudad después de doce años por Persia. Es el sobrino y quién da apodo al Tío.
Señor Tío, tío materno de Negro, es él quién está a cargo de la creación de un libro secreto para el sultán siguiendo el estilo de los maestros "francos".
Seküre, la hermosa hija del Señor Tío e interés romántico de Negro (su nombre está relacionado con la palabra "azúcar" en referencia al personaje de Sirin que significa "dulce", y el nombre de la madre de Pamuk)
Sevket, hijo mayor de Seküre (y nombre del hermano mayor de Pamuk)
Orhan, hijo menor de Seküre (y primer nombre de Pamuk)
Hasan, joven cuñado de Seküre
Hayriye, joven esclava y concubina del Señor Tío
Maestro Osman, jefe del taller de ilustradores del sultán. Basado en el personaje real Nakkas Osman.
Mariposa, uno de los tres ilustradores sospechosos del homicidio. Pinta ilustraciones representando a La Muerte y La Mujer.
Cigüeña, otro de los tres ilustradores sospechosos del homicidio. Pinta el Árbol y el Perro.
Aceituna, el último de los tres ilustradores sospechosos del asesinato. Pinta a el Diablo y los dos Derviches.
Ester, una buhonera judía y celestina, se dedica a entregar cartas de amor.
El predicador de Erzurum, un fanánico líder religioso conservador. Considera que el café, los cuenta cuentos y las ilustraciones son una herejía.
A lo largo de la novela aparecen varios temas recurrentes. El más obvio es el de la naturaleza de la pintura, que es interpretada de acuerdo a las percepciones filosóficas de la época. Hay un marcado contraste entre la forma occidental y la oriental de ver el oficio de ilustrador (lo que provoca graves enfrentamientos entre los ilustradores); mientras que la occidental busca reproducir la realidad tal y como la perciben los ojos y considera a la pintura como un fin en si mismo, la interpretación islámica es mucho más abstracta. El ilustrador oriental ve la pintura como una representación platónica e idealizada, no busca reproducir la realidad como la ven los ojos sino como la ve Dios. Esto queda ejemplificado con la idealización que se da en la novela al ilustrador ciego; libre de la vista, este pasa a hacer las pinturas únicamente con la imagen ideal de la memoria.
El otro gran tema es el de la sexualidad. La historia de amor entre los personajes principales Negro y Seküre busca paralelos con el famoso poema persa Hüsrev y Sirin (que es referenciado numerosas veces en el libro). Hay un contraste entre los estrictos tecnicismos de la ley islámica de acuerdo a lo que se espera de un matrimonio y la naturaleza pasional de la relación entre la pareja.
Igualmente la novela se aventura a analizar las cualidades homoeróticas en las relaciones al interior del gremio de los ilustradores, que oscilan entre la camaradería y el deseo sexual.
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