viernes, 6 de diciembre de 2013

FUERA DE LUGAR de Edward W. Said

En Fuera de lugar Edward Said ofrece un fascinante relato del desarrollo vital de un crítico y pensador a caballo entre Oriente y Occidente.

Fuera de lugar no es solamente un enfrentamiento dramático con los fantasmas de una infancia y la crónica de un mundo que ya no existe, es fundamentalmente una recapitulación de los temas que han ocupado la vida de uno de los intelectuales más importanes de este siglo: el destierro forzoso, la desposesión y, en última instancia el exilio interior. 

Escritas a la luz de una grave enfermedad y a partir de un regreso traumático a los lugares de la infancia, estas memorias duras y polémicas ofrecen una perspectiva nueva sobre una vida y una obra marcadas desde el principio por la negativa imperiosa e inagotable a rendirse.






Todas las familias inventan a sus padres y a sus hijos, les confieren una historia, una identidad, un destino y hasta un idioma. Siempre hubo algún error en el modo en que fui inventado y supuestamente debía encajar en el mundo de mis padres y mis cuatro hermanas. Durante la mayor parte de mi infancia y mi juventud no fui capaz de averiguar si esto se debía a que yo malinterpretaba continuamente mi papel o por culpa de algún defecto profundo de mi ser.

(...) Aunque en 1935 vivían en El Cairo, mis padres se aseguraron de que yo naciera en Jerusalén, por una razón que oí muchas veces durante mi infancia. Hilda ya había dado a luz un hijo varón, que se iba a llamar Gerald, en un hospital de El Cairo, donde tuvo una infección y murió poco después de nacer. Como alternativa radical a otro desastre hospitalario, mis padres viajaron a Jerusalén en verano y el 1 de noviembre nací en casa con la ayuda de una comadrona judía, Madame Baer. Mientras yo crrecía, la comadrona nos visitaba con regularidad para verme; era una mujer grande y campechana de procedencia alemana, que no hablaba inglés pero sí un árabe con un acento muy fuerte y lleno de incorrecciones cómicas. Cuando venía había una profusión de abrazos, pellizcos cordiales y cachetes, pero recuerdo poco más de ella (...)


Edward W. Said
Crítico y teórico literario y musical nacido en Jerusalén en 1935, se educó en el Victoria College de el Cairo, en el Mount Hermon School de Massachusetts y en las Universidades de Princenton y Harvard. 

Activista palestino fue miembro del Consejo Nacional Palestino (1977-1991)

Desde 1963 hasta su muerte fue profesor de literatura inglesa y literatura comparada en la Universidad de Columbia.

En 1999, junto a Daniel Barenboim, fundó la West-East Divan Orchestra, que desde 2002 tiene su sede en Sevilla (España).

Said es conocido por describir y criticar el "orientalismo", que para él consistía en una constelación de falsos prejuicios en el fondo de las actitudes occidentales con respecto al oriente.

En Orientalismo (1978), Said denuncia los 'persistentes y sutiles prejuicios eurocéntricos contra los pueblos árabes-islámicos y su cultura'. Argumenta que una larga tradición de imágenes falsas y romantizadas de Asia y el Medio Oriente en la cultura occidental han servido de justificación implícita a las ambiciones coloniales e imperiales de Europa y Estados Unidos.

El compromiso activo de Said con la causa palestina empezó en 1968, tras el impacto que le causó la guerra de los Seis Días en 1967. Como activista palestino, Said defendió los derechos de los palestinos en Israel y los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania. En sus escritos de 1980, Said anticipó una eventual política de agresión por parte de los Estados Unidos en el Medio Oriente.

Durante muchos años fue miembro del Consejo Nacional Palestino, pero rompió con Arafat por desacuerdo con los Acuerdos de Oslo. Said los consideraba un fraude, y hacía notar que no se mencionaba el fin de la ocupación israelí, ni el destino de Jerusalén, ni se proponía una solución a los asentamientos israelíes. Pero aun habiendo roto con Arafat, su lucha por los derechos de los palestinos continuó, y en el año 2000 fue fotografiado por casualidad arrojando una piedra hacia la alambrada que marca la frontera entre Líbano e Israel.
Debido a su activismo pro-palestino, fue acusado por sectores proisraelíes de línea dura, de antisemita y hasta de terrorista. En algún momento le dejaron una bomba en su oficina, y en otro trataron de despojarlo de su trabajo de académico universitario. Pero, en 1999, junto con su amigo, el músico argentino-israelí, Daniel Barenboim fundó la Orquesta Diván Este-Oeste, una iniciativa para reunir cada verano a un grupo de jóvenes con talento de Israel y de los países árabes. Por ello, recibieron ambos el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2002.

En 2002, Said fue cofundador, junto con Haidar Abdel Shafi, Ibrahim Dakak, y Mustafa Barghouti, del partido y movimiento social Palestinian National Initiative (Al Mubadara), un intento de crear una tercera fuerza política palestina que pudiera ser una alternativa democrática y reformista a Fatah y a Hamás.
 
Said no solo era amante de la música sino que era un excelente pianista. Escribió extensamente sobre música, y fue el crítico musical de la revista estadounidense The Nation durante años. Escribió tres libros sobre música: Elaboraciones musicales: ensayos sobre música clásica, Paralelismos y paradojas: reflexiones sobre música y sociedad (conjuntamente con Daniel Barenboim), y su último libro, On Late Style: Music and Literature Against the Grain. 

Said veía a menudo en la música un reflejo de sus ídeas sobre literatura e historia. Una colección póstuma de sus ensayos fue editada en 2007 en Estados Unidos y en 2011 en España, con el título Música al límite.

El compositor árabe estadounidense Mohammed Fairouz ha sido profundamente influenciado por los escritos de Edward Said. Su primera sinfonía toma como referencia el ensayo Homage to a Belly Dancer, y su sonata para piano tiene por título Reflections on Exile, título de la colección de ensayos de Said.

En honor a Edward Said, en 2004 el Conservatorio Nacional de Música de Palestina cambió su nombre a Conservatorio Nacional de Música Edward Said (The Edward Said National Conservatory of Music).



 

miércoles, 4 de diciembre de 2013

GIBRAN JALIL GIBRAN



Gibran Jalil Gibran 

(جبران خليل جبران بن ميخائل بن سعد Ŷibrān Jalīl Ŷibrān ibn Mijā'īl ibn Sa'd)

Poeta, pintor, novelista y ensayista libanés (1883-1931)

Fue el segundo de cuatro hermanos, vivió con ellos hasta los 11 años, cuando gran parte de su familia emigra a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades para trabajar y vivir. Antes de ese viaje, aprende de otras personas, entre ellas su abuelo materno, del conocimiento del arte y del saber universal, que fueron base para la literatura y la pintura. Ya con el tiempo aprendió y cultivó con devoción el inglés, lengua que haría famosas sus novelas, aunque no olvidó el árabe, que perfeccionó tras su regreso a Líbano en 1898. Durante esa estancia en su país natal, destaca por su habilidad en el dibujo y nace en él la idea de escribir un libro, El Profeta, que con el tiempo sería su obra cumbre.

Su habilidad por el dibujo y la pintura lo llevó a crear obras tan importantes que se exhibieron en varias partes del mundo y llegaron a compararse con trabajos de Auguste Rodin o William Blake.

En 1902, Gibrán regresó a Boston y sin dejar de escribir, inicia su vocación por la pintura, que le llevaría a ser famoso por doquier; y es en París donde hace exponer sus obras y gana el elogio de la crítica. Luego, en la capital francesa, saca su mejor provecho cultural. 

En 1912 es publicado el libro Las Alas Rotas que había comenzado en 1906. Sus primeros textos los publica en la revista libanesa "Al-Manarah", una publicación fundada por el propio Gibrán, junto a Youssef Howayek. Inicia también en esa época una serie de viajes por Europa que enriquecerán su bagaje cultural.

Gibrán trabaja en la confección de El Profeta, que finalmente logra publicarse en 1923, con éxito total e imágenes de su propia autoría. Antes había publicado El Loco y posteriormente El Precursor. En esa época, malos presentimientos le invaden el alma y desea retornar a su patria, pero su salud decae constantemente hasta el final de su vida.

En 1917 fija su residencia en Nueva York (ciudad en la que falleció en 1931, a los 48 años).



Las Dos Ciudades


La vida me tomó en sus alas y me condujo a la cumbre del Monte de la Juventud. Después me señaló a su espalda y me invitó a que mirase hacia allá. Ante mis ojos se extendía una ciudad extraña, de la cual emergía una humareda oscura de múltiples matices, que se movían lentamente como fantasmas. Una tenue nube ocultaba casi completamente la ciudad de mi vista.
Tras un momento de silencio, exclamé:
-¿Qué es lo que estoy viendo, Vida?
Y la Vida me contestó:
-Es la Ciudad del Pasado. Mira y reflexiona.
Contemplé aquel escenario maravilloso y distinguí numerosos objetos y perspectivas: atrios erigidos para la acción, que se erguían como gigantes bajo las alas del Sueño; templos del Habla, en torno a los cuales rondaban espíritus que lloraban desesperados o entonaban cánticos de esperanzas. Vi iglesias construidas por la fe y destruidas por la Duda. Divisé minaretes del Pensamiento, cuyas espiras emergían como brazos levantados de mendigos; vi avenidas de Deseo que se prolongaban como río a lo largo de los valles; almacenes de secretos custodiados por centinelas de la Ocultación, y saqueados por ladrones de la Revelación; torres poderosas erigidas por el Valor y demolidas por el Miedo; santuarios de Sueños embellecidos por el Letargo y destruidos por la Vigilia; débiles cabañas habitadas por la Fragilidad; mezquitas de Soledad y Abnegación; instituciones de enseñanza iluminadas por la Inteligencia y oscurecidas por la Ignorancia; tabernas del Amor, en que se emborrachaban. los enamorados, y el Despojo se mofaba de ellos; teatros en cuyos tablados la Vida desarrollaba su comedia, y la Muerte ponía el colofón a las tragedias de la Vida.
Tal es la llamada Ciudad del pasado -aparentemente muy lejos, pero en realidad, muy cerca- visible apenas a través de los crespones tenebrosos de las nubes.
Entonces la Vida me hizo una señal, mientras me decía:
-Sígueme. Nos hemos detenido demasiado aquí
Y yo le contesté:
-¿A dónde vamos, Vida?
Y la Vida me dijo:
-Vamos a la Ciudad del Futuro.
Y yo repuse:
-Ten piedad de mí, Vida. Estoy cansado, tengo los pies doloridos y la fuerza me abandona.
Pero la Vida insistió:
-Adelante, amigo mío. Detenerse es cobardía. Quedarse para siempre contemplando la Ciudad del Pasado es Locura. Mira, la Ciudad del Futuro está ya a la vista... invitándonos. 






EL PRIMER DIOS

Mi corazón se consume por la sed;
Empero no es mi deseo beber la sangre débil
De una estirpe bastarda;

Pues la copa está sucia
Y el vino que contiene,
es amargo a mi gusto.

Como tú soy: modelé el barro
Y con él creé seres animados,
Que respiran y jadean;

Luego se escurrieron de entre mis dedos
En las montañas y en las selvas.

Al igual que tú,
troqué en luz las tenebrosas
Profundidades,
en el Comienzo de la Vida,
Vidas a las que después pude ver reptar
Desde las cavernas y ascender a las elevadas
Cimas de los montes.

Yo, al igual que tú, convoqué a la Primavera,
Para subyugar y fascinar a los jóvenes,
Y le adjudiqué el don de la Belleza,
Para incitarla a evolucionar y producir.

Yo, al igual que tú, dirigí al hombre
De un templo a otro templo,
Y transformé a sus mudos terrores
En algo indestructible, en Fe
Que tiembla a causa nuestra,

Sin que le fuera posible
divisarnos ni comprendernos.
Yo, al igual que tú,
puse por sobre mi cabeza la Tormenta
Huracanada para que se prosterne delante nuestro;

E hice al suelo sacudirse bajo sus pies
Para implorar y rogar nuestra ayuda.

Yo,

al igual que tú, induje al desenfrenado mar,
Que anegó la cuna de su islote,
Hasta que murió gimiendo
E implorando

Todo esto es, y mucho más aún, lo que hice;
Pero todo fue estéril e inútil.

¡Inútil es el despertar!

¡Inútil es el descansar!

Y tres veces es
estéril e inútil el soñar




La estatua y El Vagabundo
Cierta vez, entre las colinas, vivía un hombre poseedor de una estatua cincelada por un anciano maestro. Descansaba contra la puerta, de cara al sol. Y él nunca le prestaba atención.

Un día pasó frente a su casa un hombre de la ciudad, un hombre de ciencia. Y, advirtiendo la estatua, preguntó al dueño si la vendería.

Riéndose el dueño respondió:
¿Quién desearía comprar esa horrible y sucia estatua?"

El hombre de la ciudad dijo:
"Te daré esta pieza de plata por ella."

El otro quedó atónito pero agradado.

La estatua fue trasladada a la ciudad sobre el lomo de un elefante. Y luego de varias lunas el hombre de las colinas visitó la ciudad, y, mientras caminaba las calles, vio a una multitud ante un negocio, y a un hombre que a voz en cuello gritaba: "Acercaos y comtemplad la más hermosa, la más maravillosa estatua del mundo entero. Solamente dos piezas de plata para admirar la más extraordinaria obra maestra."

Al instante, el hombre de las colinas pagó dos piezas de plata y entró en el negocio para ver la estatua que él mismo había vendido por una sola pieza de ese mismo metal.




La vida
La vida canta en nuestros silencios y sueña en nuestro sopor. Aún cuando estamos vencidos y tristes, la Vida está entronizada en lo alto. Y cuando lloramos, la Vida sonríe a la luz del día, y es libre aún cuando arrastramos nuestras cadenas. Muchas veces la nombramos con nombres amargos, pero sólo cuando nos sentimos amargos y oscuros.

Y la juzgamos inútil y vacía, pero sólo cuando el alma vaga por lugares desolados y el corazón esta ebrio de excesiva preocupación por sí mismo.
La Vida es profunda y alta y distante; y aunque vuestra vasta visión apenas alcance a sus pies, ella está cerca; y aunque sólo el aliento de vuestro aliento llegue a su corazón, la sombra de vuestra sombra cruza su rostro y el eco del más débil de vuestros gritos se convierte en su pecho en otoño y primavera.

Y la vida está velada y oculta, así como está oculto y velado vuestro ser más íntimo. Pero cuando la Vida habla, todos los vientos se vuelven palabras; y cuando vuelve a hablar, las sonrisas en nuestros labios y las lágrimas en nuestros ojos se hacen palabras también. Cuando ella canta, los sordos oyen y quedan cautivados; y cuando viene andando, los ciegos la ven y se quedan pasmados, y la siguen maravillados y atónitos.
 

 


lunes, 2 de diciembre de 2013

SIRIA: BOSRA / 8

La catedral
Es un edificio muy importante desde el punto de vista arquitectónico ya que en él tenemos la primera cúpula que aparece en las construcciones cristianas. Desgraciadamente no quedan en pie nada más que los restos del muro exterior y del altar. Gracias a las investigaciones realizadas por las misiones arqueológicas francesas y americanas hemos podido estudiarla detalladamente antes de que fuera alcanzada por la destrucción total.
Dovory llamó la atención sobre la importancia de esta catedral en su libro Siria Medieval, escrito en el año 1865, con unas magníficas notas sobre la organización del edificio. Según una escritura recogida por Watt Neftor, su fundación data del mes de marzo del año 512 d.C., pero la gran cúpula de treinta y seis metros de diámetro se vino abajo poco después de acabada debido a grietas en los pilares que la sostenían.
La decoración del altar interior contenía inscripciones y formas coloreadas. Según Dovory, sobre el muro del altar había imágenes de la Virgen con los brazos abiertos.
En la parte exterior del altar se podían ver ventanas y puertas de gran belleza. Sus dimensiones eran de cincuenta y un metros de largo por treinta y siete de ancho. Las iglesias de Santa Sofía de Constantinopla y de Rávena fueron realizadas pocos años después por el emperador Justiniano teniendo como modelo esta iglesia de Bosra, sin embargo, los arquitectos tuvieron cuidado en evitar los errores cometidos en Bosra y estas iglesias todavía se conservan en pie.
La Catedral de Bosra fue construida por Jovianos, arzobispo árabe de elevada posición en la iglesia y gran fama entre la gente por su rectitud, sinceridad y valentía, cualidad que le causó muchos problemas. Fue exiliado de Bosra el mismo año en que se inauguró la Catedral por oponerse a las instrucciones de Severo, Patriarca de Antioquia, pero volvió a ocupar su antiguo puesto en Bosra después de la muerte del emperador Anastasios, quien había apoyado al Patriarca contra el Arzobispo de Bosra.
Se cuenta que algunos de sus enemigos políticos intentaron asesinarlo poniendo veneno en su copa, Jovianos se santiguó antes de beber y el veneno no le hizo efecto.
En 1969, la Dirección General de Antigüedades y Museos realizó el levantamiento de escombros que se habían acumulado durante la época turca en el interior del edificio y descubrieron la iglesia construida en la parte interior de la Catedral. 



La mezquita de Fátima
Aparece entre la Catedral y el convento del monje Buhayra. Es un edificio al estilo de la mezquita Kamashtakin, pero más amplia. Es la única mezquita que estaba en funcionamiento a principios del siglo pasado, lo que indica el gran descenso del número de habitantes en Bosra en la época otomana.
El nombre de la mezquita hace referencia a Fátima, la hija del Profeta, sin embargo su arquitectura se remonta a la Edad Media, concretamente a la época ayyubí, en la primera mitad del siglo VII H/ siglo XIII C.
La mezquita se compone de una habitación con tres arcos y un alminar cuadrado construido en el 705 H/1306 C, en los días del sultán mameluco Al-Náser Muhammad, por orden del Emir Ayyub Ibn Mayd al-Din Issa al-Nyrani.
Su altura es de diecinueve metros, contiene ventanas de dos hojas y se considera única en su género. Esto indica la importancia de Bosra en cuanto a edificaciones de los primero años de la época mameluco, después de ser atacada y destruida por el invasor mongol en el año 658 H/1260 C.


La alberca este
Se sitúa en la elevación este del camino que conduce a la mezquita de Mabrak al-Naqa, y es el depósito de agua más antiguo que permanece en pie hasta nuestros días.
Tiene forma cuadrada con ciento catorce metros de lado y seis de profundidad.
Su historia se remonta a la época nabatea. La alberca se comunicaba con la ciudad por medio de tuberías.

La Piscina de juegos acuáticos
Esta construcción está en la parte oeste de la ciudad sobre un terreno bajo donde abundan las fuentes de agua que brotan durante la primavera.
Se trata de un depósito de aproximadamente cuatrocientos metros de largo por doscientos de ancho. Estaba preparado para concursos que simulaban batallas navales con barcas y otros juegos acuáticos a los que los latinos dieron el nombre de numaxia. Los muros visibles constan de cinco hileras horizontales de piedras de basalto con una altura que oscila entre los tres y cinco metros. Es una construcción única en su género en todo el oriente árabe.


La Mezquita de Al-Jáder
Es una antigua mezquita a la que se dio el nombre de Al-Jáder debido al mausoleo que se encuentra a su lado. Su reconstrucción fue ordenada por Amín Al-Daula Abu Mansur Kamashtakin, gobernador de Bosra, en el 528 H, en el mismo lugar donde había sido destruida antes de los primeros años del siglo VI H.
Es un edificio cuadrado, de siete metros de lado. Su techo se compone de planchas rectangulares de basalto que se apoyan en dos arcos situados sobre columnas también de basalto. Sobre su mihrab aparecen restos de inscripciones árabes. La entrada de la mezquita se compone de tres puertas sucesivas de piedra.

Fuente Al-Yahir
Es una fuente de agua potable que se encuentra al norte de la mezquita Al-Jáder. Hasta hoy se conserva un muro construido en época romana.
En la parte noreste de la fuente aparece una cúpula que es el único resto del edificio de los baños del campamento romano realizada en esta parte, entre los viñedos.

 Licencia Creative Commons
Los lugares arqueológicos de Bosra por Dureid Miqdad. Traducción de Dr. Khaled Ghanim y Antonia Navarro Caparrós se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional.